De entre todas las poblaciones de la provincia de Cádiz, Zahara de los Atunes es una de las más visitadas por los turistas que vienen en verano, y no es para menos, sus más de 8 km de playas hacen de esta localidad un paraíso en la costa atlántica. Una de las ventajas de su costa es que algunas de sus playas están situadas en zonas protegidas como la Sierra de Plata, que pertenece al Parque Natural del Estrecho de Gibraltar, y podemos ver la vegetación que llega hasta la misma orilla.
Desde la Playa del Carmen o Playa de Zahara de los Atunes hasta la playa de los Alemanes (único refugio cuando sopla el viento de levante), todo el litoral es digno de ver y de disfrutar. La mayoría de sus playas tienen servicios de socorristas y son ideales para todas las edades, aunque si os sentís aventureros no dejéis de visitar otros puntos más “vírgenes” como la Playa de los Militares, de difícil acceso pero que compensa con su belleza el paseo que hay que dar para acceder a ella.
El origen de esta localidad, como su nombre indica, está en la pesca del atún que se venía haciendo desde época romana. Sus almadrabas, donde se capturan estos peces, son una visita obligada para cualquiera que se acerque a descubrir la zona. Fue Sancho IV el que dio permiso oficial a Guzmán “el Bueno” para instalar en Zahara sus redes de pescado, con lo que la zona empezó a poblarse de pescadores y personas relacionadas con el comercio del atún.
Hay dos tipos de almadraba: de buche y siciliana, que es la que se usaba en la localidad gaditana, que requería la presencia de unos 300 hombres para manejar las redes y que requiere una playa de arena limpia sin piedras ni obstáculos en los que pudieran engancharse las redes, que se colocan donde los atunes pasan cerca de la orilla. Los enseres de la almadraba se guardaban en la chanca, que aún se puede ver.
El palacio de Zahara de los Duques de Medina Sidonia y sus murallas, que datan del siglo XV funcionaba como castillo, palacio y chanca. Podía proteger al pueblo contra la piratería y durante la temporada de pesca era la chanca, el lugar donde se preparaban los atunes para su posterior venta, y es el único palacio de estas características que se conserva en el mundo, por lo que su visita es obligada para cualquier persona que quiera comprender el pasado de la localidad. Por desgracia, de los tres torreones que tenía originalmente solo se conserva el de poniente, donde vivía el casero y algunos restos de la torre de Levante, que se destinaba a personas que se alojaban de vez en cuando en el palacio. El edificio estuvo habitado hasta 1974, cuando dejó de ser cuartel de la Guardia Civil.
Los visitantes que se acerquen a Zahara de los Atunes seguro que vivirán unas jornadas paradisiacas, y tendrán la oportunidad de probar la gastronomía gaditana en todo su esplendor. ¿Cuándo fue la última vez que estuviste en una playa virgen?
Buenísimo el aporte. Saludos.