Seguro que siempre has escuchado hablar maravillas sobre lo saludable y deliciosa que es la dieta mediterránea. Y no es para menos, Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, nuestra manera de alimentarnos es especialmente equilibrada, llena de nutrientes y aprovechando muy bien los productos de temporada y de cercanía. Pero, ¿en qué consiste la dieta mediterránea? Te lo explicamos en este artículo.
¿En qué consiste la dieta Mediterránea?
Se define así al tipo de dieta que se lleva a cabo en países o regiones que tienen sus costas bañadas por el mar Mediterráneo. Grecia, Italia, España o algunos países árabes son los perfectos ejemplos de esta dieta. En todos estos territorios, la gastronomía es un emblema, y destaca por su variedad y por lo saludable de la misma.
No todo depende del sabor. Estudios científicos, iniciados ya en la década de los 50, han demostrado que las enfermedades cardíacas son mucho menos comunes en este tipo de zonas. Geográficamente, sus habitantes han podido disfrutar durante siglos de alimentos muy nutritivos, de calidad y de cercanía.
Características de la dieta Mediterránea
¿Qué define esta forma de alimentarse? Estas son las características de la dieta mediterránea que tienes que conocer:
- El uso de aceite de oliva como grasa. Este es especialmente saludable. Una opción muy buena para cocinar o para comer en crudo.
- Fuerte presencia de verduras, hortalizas y vegetales. Todos los platos, como mínimo, tienen una base de vegetales para su consumo. Y la presencia de las frutas no es menor.
- Proteínas variadas y de calidad. Las zonas mediterráneas tienen una ventaja clara: pueden obtener carne de animales o de peces con facilidad. Por ejemplo, puedes comprar pavías y merluza y disfrutar de un plato equilibrado.
- Consumir lácteos de manera diaria. En forma de yogures o de leche.
- Fuerte presencia de cereales en nuestra dieta. Como el pan o las pastas. No hay nada más mediterráneo que acompañar un buen plato de cuchara con un poco de pan.
Beneficios de la dieta mediterránea
Principalmente son tres:
- Es saludable. Algo fundamental. Apenas hay grasas saturadas ni recetas tradicionales fritas. Los platos de cuchara, los arroces, los pescados o las verduras tienen un lugar protagonista en nuestra dieta.
- Es variada y deliciosa. La comida no solo es salud, también placer. En el caso de la dieta mediterránea, podemos disfrutar de una inmensa variedad de platos y de sabores. No te aburrirás nunca.
- Es completa. En este tipo de regiones podemos encontrar todos los alimentos necesarios para tener una dieta adecuada. Una gran ventaja, ya que así no sufriremos desequilibrios alimenticios en ningún momento.
Qué alimentos forman parte de la dieta mediterránea
Vamos a ver ahora en qué puede consistir un plato típico mediterráneo. Por lo general, estos son los ingredientes que te podrás encontrar en la mayoría de recetas.
Pescado y carnes
Lo central de un plato muchas veces es la proteína. El Mar Mediterráneo nos provee de un montón de peces diferentes que se pueden hacer de un sinfín de maneras. Basta que recorras zonas de Andalucía, Valencia o Italia para descubrir que el pescado se puede freír, guisar o hacer a la plancha. ¿No te han entrado ganas de comprar pescados enharinados?
Algo parecido sucede con la carne. Lo interesante es que los productos cárnicos no son los grandes protagonistas. Gracias al consumo de pescado, se reducen muchos de los efectos nocivos que tiene el consumo de carne.
Legumbres
Las legumbres son particularmente nutritivas. Son uno de los alimentos de la dieta mediterránea más completos que existen. Te ofrecen proteínas, tienen una buena concentración en hidratos de carbono y son abundantes en fibra. Ideales para los meses fríos y para preparar en platos de cuchara.
Vegetales
Muy ricos en micronutrientes y, al igual que la fruta, llenos de fibra. Son esenciales para el organismo, garantizándote un funcionamiento correcto de tu cuerpo. Lo ideal es consumir 5 piezas a lo largo del día. Y, en el caso de este tipo de dietas, es una cifra más que asumible.
Pastas y cereales integrales
Basta con que mires a Italia o a Valencia para ver cómo el arroz o la pasta son, en muchas ocasiones, ingrediente principal de los platos más tradicionales. Fuente de energía por excelencia, te ayudarán a llevar una dieta equilibrada. Además, al ser integrales te darán un buen aporte en fibra, y son especialmente versátiles en la cocina.
Lácteos de buena calidad
Finalmente, tu esqueleto va a necesitar proteger su masa ósea. Y, para ello, no hay nada mejor que los yogures, quesos o leches que puedas consumir a lo largo del día. Otro de los pilares de la dieta que se da en casi todos los países del Mediterráneo.
Como ya has visto, la dieta mediterránea es especialmente completa y rica. ¿Te apetece cuidar más tu alimentación? Pues abraza la cultura gastronómica de tu tierra.